viernes, 11 de marzo de 2011

DIA 13

La continuidad en este diario es muy importante. El oficio de “diarista”, el análisis de algo propio, necesitan, requieren que me presente, disléxica o loca, frente a la pantalla. Afuera llovió con sol, llovió con grises, llovió, se despejó y ahora hay este sol prolijamente recortado contra un cielo azul límpido. No debería dejar de escribir, la lluvia no empaña el cristal.

Los picaflores son los únicos fieles a mi amoroso cuidado. Los seres humanos somos demasiado complejos, tenemos esos escabrosos métodos de sopesar cuánto y cómo recibimos ese amor, con qué fines, con qué mochilas. No nos entregamos. No dejamos de apretar por el cuello, no dejamos que algo esté fuera de nuestro control. Simplemente, porque no soportamos perder el control de algo: de los otros, de nosotros mismos, de lo que nos pertenece, de lo que pensamos que nos pertenece.

Los picaflores vienen y van, sólo eso. No dejan de venir si afuera llueve. Así es mi amor y mi forma de amor, va y viene, pero nunca se detiene por mal tiempo.

2 comentarios:

  1. Hermosaaa, no sabés cómo te entiendo... gracias por traer en tu diario tu casa, tu jardín, los picaflores y el sol hermoso que cubre La Punta... Siempre voy a querer volver, porque mi amor por mis amigos, no se suspende por mal tiempo tampoco. Te quieeeroooo

    ResponderEliminar
  2. abrazo tierno y lunar, cuna de amor...

    ResponderEliminar