domingo, 6 de marzo de 2011

DIA 12

Y sí, son las 4 am. Decidí venir y escribir porque a veces es así, te agarra una especie de insomnio “creativo”. Nada, escribí dos poemas tontos, que subí a mi otro blog. Dos poemas tontos que hablan de mí, de algo que siento, de salgamos a flote, pequeña alma mía, o seremos náufragos. Nada, recontra nada. Vi una película que vi casi millón de veces, intentando explicarme algo que no se explica en las películas. Hace un rato me picó una avispa cerca del codo y tal vez su veneno efímero e insignificante haya despertado algo en mí, alguna señal. Una señal efímera e insignificante, por cierto. Pensé en varias personas, en varios temas, en la astrología y en las cartas que uno le hace a la gente y de pronto se entromete en sus vidas, como si nada. Sabés de sus miedos y de sus placeres, como si fuera propiedad de nadie. O, también, si te ponés serio, te das cuenta de que empezás a ser dueño de algo que el otro tal vez desconoce de sí mismo. Y tal vez te da pudor. Sabés algún pequeño detalle que el otro pasa por alto, y por eso sufre, y por eso falla, y por eso llora. Entonces empezás a ser un poco cruel si no podés ayudar, un poco cómplice, un poco.

Pero ese no es el tema. Mi pensamiento se detiene aquí, cuando te sentís dueño de alguien porque lo conocés. Pero no dueño a la manera egoísta, poseedor, controlador. No, sino de cotitular. Copiloto. Acompañante de algo, de alguien. Es como entrar a la casa de alguien a quien sólo conocés de haber charlado, y ya en el hall te sentís como en tu propia casa, vas a la cocina y decís “tomemos un mate” y ya sabés dónde está la yerba, por ejemplo. Porque te imaginás, a tientas, dónde pone la yerba alguien así. Lo harías con los ojos cerrados y lo mismo encontrarías la yerba. Porque estás en el otro, te adueñaste de su mirada, de su corazón. No, no en el sentido romántico, sino en el sentido humano, profundamente humano. Sos uno en el otro, con el otro. Le decís “poné música” y sabés qué va a poner. Lo romántico es sólo una tarea más dentro del adueñarse, adueñarse tiene otra raíz, casi metafísica, de vidas anteriores y sueños.

Iba pensando en esto, y por eso me puse a escribir. Leo un poco algunos blogs que me gustan, parpadeo varias veces, sintiendo que el sueño viene, lo dejo venir, y lo festejo. Celebro su presencia, ¡parece que sigo siendo un ser humano!

3 comentarios:

  1. hermosa... estás renaciendo... Me encanta eso que decís, de conocer a la otra persona de esa manera, y recordé que nosotras encontrábamos en tu casa todo lo que buscábamos, jaja. Eso que decís de conocer los secretos de los demás... me hiciste recordar a la Señora del Bosque de Lotlorien, que no recuerdo su nombre, pero asi te veo, bella en tu bosque, viendo señales, anunciando, siempre anunciando, y guiando... te quiero bonita!!!

    ResponderEliminar
  2. Galadriel?...elfa oráculo...Cristina, crístina, cristiana, crisálida, amor...

    ResponderEliminar
  3. amigas hermosas! gracias por estar y decir, me hace muy bien al corazón sentirlas cerca. las abrazo! (Gala fue en una época mi seudónimo, se acuerdan? vendría de Galadriel...? cosas del destino....)

    ResponderEliminar