viernes, 21 de enero de 2011

DIA 1

9 hs.

La mañana llegó sola. Se despabiló en mi oreja primero. Odio los días en que me despierto ruidosa y vieja, es difícil remontar después. Mutar el odio en calma, en saciedad, en disciplina de persona. Ya no soy persona, soy un dominó cayendo hasta que llegue la noche.
Este diario inicia porque he imaginado un lugar limpio y ordenado, lo que ya no es posible debido a mi propia condición de engreída, solitaria, hermética y lo menos saturnina que existe sobre la tierra. Soy una veloz luna en acuario que arrasa el mundo con su indiferencia. Es la frialdad propia del abandonado que abandona.
Un diario íntimo era fogoso y multifuncional, pero ahora es un maloliente embutido de emociones. Será que me reduzco a vivir a través de esos ojos. Son ojos pequeños, entiendo. Ven rasguidos y metáforas, lo demás no lo entienden.
Percibo el fin de esta primera nota. Acaso demasiado íntima. Acaso demasiado herida de mi voz poética. Acaso demasiado hosca. Me gusta la sonoridad. Prefiero la sonoridad al contenido, de cualquier cosa, en cualquier instancia. Se siente maravilloso ser “distinto”, es como oír jazz: cada cual interpreta los sonidos o no, pero lo mismo pone alguna cara de intelectual comprometido con la causa. Se siente feliz ser infeliz. Es el gozo en el pozo. Bailando sobre el pétalo del loto en el pantano del corazón.
Una reflexión controvertida: Pizarnik se suicidó porque en su época no existía el Facebook. Reventada y hermosa, pero bastante idiota.


11 hs.

Ahora resulta que en el zodíaco sideral soy de libra, no de escorpio. Me lo imaginaba. De alguna manera, lo sabía. Sentía esa majestuosidad frágil, de mariposa nueva y sabia. Alas maravillosas pero incapaces de llevarme tan lejos como desearía.
Siguiendo con la idea de Pizarnik, ese pedazo de poema egocéntrico, me imagino que de vieja hubiera escrito idioteces de suicida frustrada, entonces la prefiero muerta, con puntos suspensivos.
Enlazando las dos ideas: ser de libra se me figura como una muerte. Morí a escorpio, nací de una crisálida. Ahora cobran sentido fantasmas viejos, viejas idealizaciones de mi yo equilibrado, elástico y hermoso. Fantasías de una belleza que no tengo, belleza sin fusión, armonía dócil.
Ser un sol escorpiano en casa de libra me cuadra mejor con la identidad que construyo día a día. Qué dualidad siento. Conceptos encontrados. Años de mí que se desnudan en doce casas desiguales, años que redescubro al escribirme.
Reflexión obsoleta: uno escribe para darle al mundo una idea errónea de sí mismo. Convertirse en algo maravilloso es difícil, pero se logra enmascarando los fantasmas, dándoles color para que semejen estar vivos.



20 hs.

Justo como lo había advertido, hoy es un día anti-cotidiano. Desperté en el revés del mundo, en el revés del sueño. Ahora me esfuerzo por comprender situaciones interminables, que en apariencia son sucesivas, pero ninguna concluye para darle espacio a la siguiente, sino que se conjugan en el todo, un presente continuo elástico y pegajoso. Salí por la mañana de este lugar, almorcé en otro lugar, dormí en otro lugar, ahora escribo en este otro lugar. Los lugares se asemejan a las personas que los habitan. Somos pasajeros e instantáneos.
Sucedió que soñé con cosas que ahora no recuerdo. Mi conciencia, laboriosa abeja, entonces ilumina momentos que no existieron, los recorta y los pega donde están los espacios en blanco. La conciencia es muy estricta, no soporta el desorden ni las páginas en blanco ni los baches negros. Completa y remeda. Es su tarea primordial, sagrada. He notado, sin embargo, que en los instantes de felicidad la conciencia se adormila. Se relaja. La tarea, entonces, se posterga. ¿Cuál es nuestra verdad –estado en que somos lo real y no una versión–: esos instantes felices, o el remedo imbatible que labra el seso?
Hace unos momentos estaba regando y se aparecieron los de la iglesia de Jesucristo con su mensaje liberador (¿?), los que andan en traje con cuarenta grados de temperatura a la sombra. Tengo la sensación de que están aguardando encontrarnos con un nivel bajo de verbosidad. En otro momento, hubiera esgrimido mis conocimientos ancestrales acerca de la religión, pero sólo me limité a decir “en esta casa no recibimos evangelizadores, gracias”. Toda mi adolescencia me estuve preparando para recibirlos en la vereda y discutir largamente acerca de la iglesia y sus dependencias divinas de atención al público. Y hoy, que llegó el momento, no logré despacharme con mis barbaridades. Es la compasión por el género humano, que te toma desprevenido.
Lengua bífida, me dice mi mamá. Mente bífida, me digo yo.
Reflexión controvertida: regar en la vereda, como dice Carina, te da estatus, no por regar sino por tener una manguera. Cuanto más larga la manguera, más estatus. También te da derecho a tirarle piedras a los evangelistas. Esto último, escondiendo la mano después. Espero comentarios al respecto.

9 comentarios:

  1. Magistral (como siempre) e intenso! Adoro tu forma de escribir.
    Sobre Pizarnik, es una de mis obseciones, entender por qué se suicida alguien que tiene la escritura como via de escape.

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  2. Ufa... Odio como funciona!!! Comenté algo y un error hizo q entrara a mi blog en lugar de publicarlo, ahora tengo q escribir todo again... Sin querer tildé "callate estúpida", pero no, no te calles nunca!!!
    La reflexión final es precisa... Pizarnik además era depresiva porque no hacía nada excepto escribir, amo su escritura, pero era una vaga...
    Tu dolor, por lo menos el que reflejan tus palabras, no me gusta... pero a veces es así...
    Probablemente este diario te ayude a reencontrarte... No olvides que lo que hay dentro tuyo es hermoso! No dejes que nada lo entierre!!!

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  3. cris, me gusta tu poética lapidaria.

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  4. Bella, muy bella esta prosa, y lo que hay dentro tuyo, que brilla en cualquier momento del día, aún cuando te levantás, aún cuando la noche te acuesta y vos todavía no. Te quiero, me dieron ganas de escribir el mío ahora!!!!

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  5. sos de libra!
    pizarnik era idiota!
    instantes felices o remedo imbatible lava seso?

    este diario es LA LUZ!
    y como no hay opción de anónimo doy la caripela

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  6. soy una escorpiona con ascendente libra. de la bella a la bestia sin escalas.

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  7. les respondo a todos.
    ceci: para intentar entender eso debés leer los diarios y la correspondencia. pero de todas formas es innecesario entenderlo. ella tenía algo que la hizo grande y pequeña a la vez. eso es lo inexplicable.
    ojitos de tawy: gracias, querida amiga. estoy en pleno reencuentro con la escritura y con muchas otras cosas de mí. son los renacimientos de escorpio...
    vero: cómo le va, querida. siga viniendo que hay para rato... ah, después te cuento por otra vía, pero ¡tengo tu libro! me lo enviaron desde españa.... juá! las vueltas de la vida!
    Li x2: lapidariamente escorpiana. viste cómo es... yo tengo el sol en casa 7, o sea que mucho libra en mi vida escorpiana. la verdad, pasar de bella a bestia es casi instantáneo. ahora, cómo hace una ascendente en libra para entenderlo? no lo sé. vos tenés la clave, supongo. ver el mundo "color de rosa", aunque dentro tener el infierno.... mmm... suena complicado, jáaa!
    carina: otra escorpiana! la vida nos esparce y nosotras nos empeñamos en juntarnos. es así, nomás. la belleza está en todas partes, y escorpio puede encontrarla, incluso en lo más horrendo.
    l.: es la luz blanca, viste. hay que ir alumbrando con cuidado, es luz selectiva. como en el teatro, vamos iluminando los espacios blancos, para que brillen.

    gracias a todos!

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  8. Ah, no es justo, la primera vez que comenté esta entrada era mucho más corta, o al menos así me lo parecía a mi...
    Tirale la piedra a los evangelistas, escondé la mano, y sonreí con la satisfacción de, además, tener la manguera más grande...
    En el proceso de los cambios, llenos de rencores, miedos y despedidas, no hay nada mejor que poder regar más lejos...

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